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3 oct 2011

RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA Y LA RSE

CONSIDERACIONES PREVIAS
A LA IMPLEMENTACION DEL PROCESO DE
RESPONSABILIDAD SOCIAL EN NUESTRAS INSTITUCIONES.
Gustavo Báez Tr.


La responsabilidad social empresarial (RSE) es un concepto enmarcado en distintas perspectivas: sociales, morales, éticas, religiosas, ambientales, y sin embargo es planteado por muchos especialistas como  un  proceso voluntario. Pero definitivamente cada día se hace más  necesario e indispensable en  el proceso de la construcción permanente de valor de la empresa en su deseo de ser más competitivos y debido a la necesidad de conciliar el crecimiento, el desarrollo empresarial con sus efectos económicos, ambientales y sociales.

La RSE es un proceso de gestión que ayuda a ser más competitivas y más sostenibles las empresas de hoy, buscará en su implementación dar bases sólidas  en   el desarrollo de la planeación estratégica de la compañías. De ahí su relación con los demás sistemas Integrados de Gestión: gestión de la calidad total, gestión medio ambiental, gestión de la prevención y gestión del riesgo. Transformándose en el mejor camino para permanecer en la mente y en los corazones de los consumidores en ésta y en las próximas décadas.

Los objetivos empresariales deben ser compatibles con el desarrollo sostenible del medio en el que la empresa actúa.  Para lograr así gestionar y solucionar las contradicciones entre la lógica de mercado y la lógica de la ética. La responsabilidad social empresarial mira al futuro y va más allá de ver a las empresas cumplir una función únicamente económica, está orientada a complementarse también con otras dimensiones como los aspectos sociales  y  la esfera de lo ambiental que cada día se hace más compleja.

La responsabilidad social se ha identificado como un factor importante y necesario del progreso democrático y del desarrollo social y económico.  Martínez R.  Decía hace ya más de 14 años, que “el Estado se ve cada vez más inhabilitado para satisfacer necesidades colectivas, las instituciones no muestran una capacidad de respuesta suficiente para adecuarse al nuevo escenario y las estructuras de representación confrontan desafíos cuya complejidad las supera, poniendo en evidencia en muchos casos su rigidez”[1]

Partiendo de este paradigma la  Responsabilidad  Social  Universitaria (RSU) aparece en las instituciones educativas  como una evolución a lo que otrora eran las acciones obligatorias, medidas y planificadas para el cumplimiento de las legislaciones estatales que exigían a la instituciones educativas llevar programas de extensión a la comunidad.  Por ello Guerra Sotill, decía de manera muy acertada: “Existe el riesgo de banalizar lo social y convertirlo en mera etiqueta limpiadora de conciencias, simple disfraz de una motivación básica y primariamente económica. En todo caso, lo social se incorpora, cada vez con más fuerza, como dimensión que complementa a lo económico financiero, como criterio de gestión y evaluación de resultados, en un equilibrio difícil y esquivo, pero necesario”[2].

La RSU surge actualmente como la exigencia de la Instituciones educativas de desarrollar  su verdadera función como entes educadores, transformadores de nuestra realidad social y gestores del conocimiento; cuyo objetivo principal da inicio en la búsqueda  del cambio de mentalidad y los hábitos de sus estudiantes, haciendo que la universidad y sus estudiantes sirvan como modelo de ética, de valores democráticos y de desarrollo sostenible para el resto de la sociedad. Dando un aporte real a la construcción de un país que trata de desarrollarse en medio de tanta problemática social, discriminación, diferencias sociales, pérdida de valores, entre otras grandes enfermedades. 

De la Vega afirmó de manera  contundente: "La universidad, como organización, es un escenario privilegiado para la potenciación de recursos humanos y sociales y para la promoción de profesionales socialmente responsables en un mundo con nuevas necesidades. Por tanto, desde una gestión responsable, se ha de implicar en una formación que responda a dichas necesidades, a través de la docencia, la investigación, la vinculación al medio y la gestión universitaria." [3]

La RSU debe verse desde las diferentes perspectivas que cubre, convirtiéndose entonces en uno de los objetivos primordiales de toda institución de educación superior,  una guía en la concepción de su  direccionamiento corporativo, en su filosofía institucional, en sus ejecuciones futuras, en su estructura académica, hasta llegar a afectar directamente los contenidos de los espacios académicos de sus estudiantes.

La RSU se constituye como una estrategia de éxito en la búsqueda del desarrollo y su fortalecimiento como institución. Facilitándole adaptarse a las exigencias del mercado laboral, favoreciendo la gestión interna de la universidad, mostrando una  organización democrática, equitativa, transparente (política y económicamente), logrando hacer de ésta un modelo de desarrollo sostenible. Mejorando su imagen y la identificación del alumnado como parte de esta estructura y organización.

La RSU debe convertirse en sus acciones y proyectos en un medio táctico para llegar  como el más dedicado de los apostolados,  a trabajar por la recuperación de los valores, la ética, la honestidad,  la democracia, la protección a los derechos humanos, la disminución de la discriminación por diversas causas, luchando contra la corrupción y convirtiendo a jóvenes estudiantes en  verdaderos agentes de cambio y de desarrollo para la sociedad.

Las universidades han comprobado infinidad de veces su influencia definitiva en los cambios de mentalidad de sus alumnos al ver su transformación en profesionales y ciudadanos de bien dispuestos a generar cambios a su alrededor desde el mismo momento de su formación dentro de sus aulas. Concepto que desplaza aquellas concepciones que lo que llevan de su anterior formación, tanto en sus hogares como en los anteriores niveles de educación han sido determinantes en su personalidad.

El BID en sus cursos desarrollados de RSU expone que la  responsabilidad  social  de  las  universidades  es  definida  como “una política de calidad ética del desempeño de la comunidad universitaria (estudiantes, docentes  y  personal  administrativo)  a  través  de  la  gestión  responsable  de  los  impactos educativos, cognitivos, laborales y ambientales que la universidad genera, en un diálogo participativo con la sociedad para promover un desarrollo sostenible” .

Hasta acá estas palabras no pretenden más que dar una  introducción  a la esencia y filosofía que debe guiar al estudio, desarrollo y formalización del modelo y sistema interno que llevará a la Institución a convertirse en una organización más competitiva y socialmente responsable. Propuesta que deberá ajustarse a los recursos, expectativas de las directivas y la visión que estas tienen para llegar a posicionarse como la mejor institución de carácter tecnológico y proyectándose al sueño de ser una gran universidad.

Es necesario tener como punto de partida lo sugerido por tres de los más conocedores acerca de la Responsabilidad social universitaria (Argumentado en su "Manual de primeros pasos en responsabilizacion social  universitaria" de François Vallaeys, Cristina de la Cruz y Pedro M. Sasia.) Donde con plena autoridad plantean que la RSU... "no admite parcialidad ni segmentaciones: no se pueden desarrollar actuaciones en un ámbito y dejar otros ocultos a la mirada ética. Por  lo tanto, no se trata sólo de crear una nueva oficina de RSU o de mejorar el área de extensión y la proyección social solidaria de la universidad sin tocar a los demás procesos de la institución. La responsabilidad social debe lograr colorear y capilarizar a toda la universidad. Uno de sus valores más importantes es precisamente la coherencia institucional, que significa a la vez coincidencia entre la acción y el discurso institucional y consistencia entre todas las áreas de la universidad (que no haya contradicción entre lo que hace un área y lo que hace otra).

El nuevo proceso de responsabilidad social universitaria inicia al pensar que debe revisarse la estructura orgánica institucional, su direccionamiento estratégico, afectando y permeando en su implementación a cada espacio administrativo y académico de la Institución.  Convirtiéndose  en un proceso de gestión, de evaluación y ayuda permanente de las acciones de cada área de trabajo. Afectando los cuatro ámbitos de la universidad: El ámbito organizacional, el ámbito educativo, el ámbito del conocimiento y el ámbito social.

Debe guiase y apoyarse a través de las normas y sistemas de gestión, de las guías, manuales y estudios del tema existentes. Debe contar con la asesoría y colaboración de las redes de responsabilidad social existentes en Iberoamérica y crear mecanismos de colaboración interinstitucional con aquellas que tienen intensiones similares, hasta llegar a una propuesta que integre todos los sistemas, permitiendo reflejarse en un nivel más avanzado a la par de las universidades que se proyectan a la segunda década del presente siglo.

El inicio a la RSU lo da el manual de Vallaeys donde expone en su parte práctica un proceso basado en cuatro pasos: El paso inicial y básico el compromiso, seguido del autodiagnóstico, el tercer paso: el cumplimiento y cuarto paso: la rendición de cuentas. En este camino inicial al trabajo de la responsabilidad social universitaria, parte de considerar los impactos que la Institución causa en su entorno. Estos son: Impactos organizacionales. Como cualquier organización laboral, impacta en la vida de su personal. La universidad debe llevar a cabo el seguimiento de su huella social y ambiental. -Impactos educativos. La universidad influye en la formación de los jóvenes y profesionales, su escala de valores, su manera de interpretar el mundo y de comportarse en él.   Impactos cognitivos. La universidad orienta la producción del conocimiento, influye en lo que se llama socialmente verdad, ciencia, racionalidad, legitimidad, utilidad,  enseñanza, etc. Y por último los Impactos sociales. La universidad tiene un peso social al hacer accesible el conocimiento a todos.

La identificación de estos impactos nos sirven para definir inicialmente los cuatro ejes de responsabilidad social en la universidad. Un punto de partida que sólo será determinante al final de los estudios y fases preliminares a llevarse a cabo en esta cruzada. Estos ejes son:

1. Campus responsable: implica la primera instancia la gestión socialmente responsable de la organización y sus procedimientos institucionales. Clima laboral, manejo de los recursos humanos, procesos democráticos internos, el cuidado del medio ambiente interno, entre otros.

2. Formación profesional y ciudadana: hace referencia a la gestión socialmente responsable de la formación académica (Temática, organización curricular, metodología y propuesta didáctica).

3. Gestión social del conocimiento: aplica a la gestión socialmente responsable de la producción y difusión del saber, la investigación y los modelos epistemológicos promovidos desde el aula.

4. Participación social: es la gestión socialmente responsable de la participación de la universidad en la comunidad. El objetivo apunta a la realización de proyectos y macroproyectos conjuntos con otros actores de tal modo que se constituyan vínculos (capital o social) para el aprendizaje mutuo y el desarrollo social. Convenios, conformación fe redes, colaboración interinstitucional, etc.

La UNESCO (1998) plantea, en la Declaración Mundial sobre la Educación Superior para el siglo XXI, en unos de los puntos relacionados con la responsabilidad social universitaria (artículo 6 de la declaración, letra b: "La  educación superior  debe reforzar  su  servicio a la sociedad y  en  especial  sus  actividades  para  eliminar  la  pobreza,  la  intolerancia,  la  violencia,  el analfabetismo, el hambre, la degradación ambiental y la enfermedad, utilizando principalmente enfoques transdisciplinarios e interdisciplinarios en el análisis de los temas y los problemas.

La Declaración de Talloires, elaborada en 2005 por las 27 universidades firmantes de diversos continentes y países, recoge con claridad la forma de entender la responsabilidad social en una serie de compromisos, de los que se pueden  destacar: Expandir programas  de  compromiso  cívico  y  responsabilidad  social  fundamentados en principios éticos y a través de la enseñanza, la investigación y el servicio público, Asumir la responsabilidad pública mediante el ejemplo personal y las políticas y mejores prácticas de nuestras instituciones de educación superior, Construir un marco institucional para motivar, premiar y reconocer las buenas prácticas en el servicio social realizado por estudiantes, docentes, personal administrativo y en las comunidades aliadas a programas de compromiso social de nuestras universidades, Asegurar que los parámetros de excelencia, el debate crítico, la investigación y el juicio crítico sean  aplicados  al  compromiso  comunitario,  con  la  misma  rigurosidad  que  se tiene en otras formas de la actividad universitaria. Elevar  el  interés  en  las  agencias  gubernamentales,  las  empresas,  las  organizaciones comunitarias y los organismos internacionales en relación a la contribución de la educación superior al avance social y el bienestar colectivo. Entre otros.

Estas últimas referencias no sólo deben ser una guía de trabajo, deben ser inspiradoras en la labor a emprender, desde el momento en que las directivas toman el compromiso de iniciar la gestación de un sistema integrado de gestión cimentado en el necesario proceso de la responsabilidad social universitaria. Un árduo y permanente proceso que sólo puede dar resultados desde la misma adopción de la filosofía antes expuesta, la tutela de las directivas, la colaboración activa de los decanos, la coordinación de las diferentes áreas operativas de la institución, un dedicado equipo interdisciplinario y el apoyo del área de investigación como soporte permanente del proceso.




[1] MARTÍNEZ, R. (1995), Redes sociales. Más allá del individualismo y del comunitarismo, en Dabas, E., y Najama-novich D. (comp), Redes. El lenguaje de los vínculos: Hacia la reconstrucción y el fortalecimiento de la sociedad civil, Buenos Aires: Paidós, 338.
[2] GUERRASOTILLO A. (2005), Sobre responsabilidad social empresarial, en <www.analitica.com/va/sociedad/artí-culo/5900497.asp>, tomado el 17 de agosto de 2009.
[3] NATIVIDAD DE LA RED VEGA. "Necesidades emergentes y responsabilidad social universitaria".REVISTA  ALTERNATIVAS.  CUADERNOS  DE  TRABAJO  SOCIAL,  Nº  16-2009,  [65-76],  ISSN:  1133-0473  ©  UNIVERSIDAD  DE  ALICANTE.

8 jun 2011

DECALOGO PARA LA IMPLEMENTACION DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA

Gustavo Báez Tr.

"Creemos que las Instituciones de Educación Superior existen para servir y fortalecer a las sociedades de las cuales forman parte. Mediante la enseñanza, los valores y el compromiso de maestros, trabajadores y estudiantes, nuestras instituciones crean el capital social preparando a sus alumnos para que puedan contribuir positivamente al desarrollo de sus comunidades en el ámbito local, nacional y global. Las universidades tienen la responsabilidad de promover entre todos los miembros de su comunidad un profundo sentido de responsabilidad social, y un compromiso con el bienestar de la sociedad que es fundamental para el fortalecimiento de la democracia y la justicia".
DECLARACIÓN DE TALLOIRES
Sobre las responsabilidades cívicas sociales y las funciones
                                                           cívicas de la educación superior Talloires,Francia – Septiembre 2005

Con el pasar el tiempo las empresas han procurado ir adecuando correctamente la manera de incursionar en la responsabilidad social, hasta ahora confundida por muchos con un enfoque filantrópico, como la generación de acciones de relaciones públicas llevadas a cabo como actos de beneficencia, donativos a grupos seleccionados por alguna conveniencia, acciones de greenwashing, en fin. Pero un error aún mayor que se está apreciando actualmente en el área educativa, es cuando no sólo vemos cómo se traslada éste inadecuado concepto de responsabilidad social, sino que se ejecuta bajo los mismos parámetros de la responsabilidad social empresarial. Sin tener en cuenta la abismal diferencia de los objetivos de la Universidad y las empresas del sector productivo de nuestra sociedad.

François Vallaeys menciono alguna vez: ¨La Universidad debe tratar de superar el enfoque de la proyección social y extensión universitaria como apéndices bien intencionados de su función central de formación estudiantil y producción de conocimientos, para poder asumir la verdadera exigencia de la Responsabilidad Social Universitaria¨.

Hablar de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) es una decisión de gran relevancia para cualquier Institución educativa y a pesar que ésta se define desde la misma perspectiva a la RSE como un sistema de gestión ética y sostenible. La RSU está enfocada a instituciones concebidas para la formación humana y la producción de conocimiento, con las responsabilidades y diferencias que esto conlleva.

Los objetivos de la RSU van desde la generación de un clima laboral adecuado, donde imperen los derechos humanos, la equidad de género, el desarrollo personal y profesional, un ambiente transparente y democrático, hasta llevar a que la universidad y sus estudiantes sirvan como modelo de ética, de valores democráticos. Compartiendo sus recursos para apoyar a proyectos sociales desde la investigación y la consultoría en un desarrollo sostenible.

Desde hace tiempo las instituciones educativas han tenido que por exigencia del estado y sus reglamentaciones, dar lugar a la concepción de políticas académicas que integren en el proceso formativo la docencia, la investigación y la extensión, haciendo ver de alguna manera como los programas académicos espera impactar en la sociedad. Buscando la vinculación con el sector productivo, el trabajo con la comunidad, el impacto derivado de la formación de los graduados, etc. La RSUva más allá de esta perspectiva, como proceso de gestión permea cada espacio de la Institución, construye un espacio ideal para hacer germinar frutos más perdurables y de mayor alcance en el tiempo. Los programas de extensión se convierten prácticamente en uno de los resultados finales y evidentes de este trabajo.

De ahí que se menciona la Existencia de cuatro ejes principales de gestión: La gestión de la universidad misma (recursos humanos, protección del medio ambiente, etc., la gestión de la formación académica,la gestión de la creación y difusión del conocimiento; y la gestión de la participación social. Para Vallaeys, se trata de un compromiso que opera en tres dimensiones: primero garantizar la responsabilidad social de la ciencia, segundo promover la formación de una ciudadanía democrática y tercero educar al estudiante como agente de desarrollo, con todo lo que ello implica.

La RSU es una decisión voluntaria de las directivas, pero que una vez tomada no permite desistir de este empeño, porque ya estará en el ADN de la institución y se convertirá en un sello indeleble de sus miembros, alumnos y egresados.

Aquí planteó un modelo que busca establecer las fases en las cuales se enfrentará el proceso para llegar a ser implementada la Responsabilidad social Universitaria.

DECALOGO PARA LA IMPLEMENTACION DEL PROCESO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA.

1- EL ESTUDIO PRELIMINAR

En este período inicial se establecerá un análisis situacional de la institución. Estableciendo los parámetros bajo los que se está trabajando el tema y la manera en que las directivas estarán en disposición de enfrentar el cambio que se está por llevar a cabo. Para así considerar las pautas, políticas y determinaciones surgidas de este primer paso, contemplando objetivamente el alcance del modelo a ser implementado posteriormente. Se deberán plantear así mismo los escenarios a los que se pretende proyectar la Institución para proyectarse en ellos, debido a que es un proceso cuya correcta implementación tardará meses y en este tiempo la transformación de la universidad podría ser significativa en muchos aspectos.

2- LA ESTRUCTURA PROVISIONAL PARA EL DESARROLLO

Es necesario establecer una ESTRUCTURA PROVISIONAL de RSU, un grupo interdisciplinario de profesionales que servirá de apoyo al proceso de cambio. En este equipo se encontrarán las diferentes oficinas y departamentos de la universidad que deberán participar en el proceso, como extensión, proyección social, calidad, autoevaluación, investigaciones y planeación entre otros, dependiendo la estructura de la Universidad.

Esta estructura se determina como provisional debido a que es muy posiblemente que a futuro cambie debido a los resultados obtenidos en el proceso de Diagnóstico (Que se verá posteriormente), pues la estructura final deberá responder al alcance, tamaño, recursos y decisiones tomadas al respecto.

3- COMPROMISO Y CONVICCIÓN DE LA RSU

Para este momento existirá una mayor comprensión del tema de la RSU por los diferentes departamentos de la universidad, así como los alcances del tema, sin mencionar los cambios posibles que podría generar la adopción del proceso. Inicialmente los directivos comprenderán como se deberá dar la futura articulación de la RSU con el direccionamiento estratégico de la Institución, su estructura orgánica y su influencia en las demás áreas institucionales. Lo que exigirá un claro compromiso de la alta dirección y la participación de toda la comunidad universitaria (docentes, estudiantes, administrativos, autoridades), así como del equipo rector a cargo del tema.

4- AUTODIAGNOSTICO

Partiendo de los conceptos establecidos en los puntos anteriores, se da inicio a esta etapa con el documento que enmarca por así decirlo las características del trabajo a realizarse. En otras palabras las directivas de la universidad debe analizar y determinar políticas de trabajo y determinar cuál es su grado de responsabilidad social que se pretende alcanzar y los alcances que se desean lograr.

El desarrollo del auto-diagnóstico y la información lograda, se constituirá en el mejor proceso de aprendizaje para la responsabilidad social, puesto que los actores y directivas aprenderán a reflexionar sobre su que-hacer diario y se podrán fijar nuevas exigencias de desempeño en muchas áreas de la Institución.

Posteriormente se presentará la metodología y las respectivas herramientas a emplearse, así como los detalles relacionados; el auto-diagnóstico recopilarán tres tipos de información:

Las percepciones de los actores internos a la universidad(indicadores cualitativos), Los resultados de desempeño de la universidad (indicadores cuantitativos), Las expectativas de los grupos de interés externos a la universidad (opiniones y sugerencias).

El contraste obtenido en el auto-diagnóstico facilitará entender aspectos como: lo que la universidad quiere ser (su misión, visión y valores); lo que la Institución cree ser (la imagen que sus miembros tienen de ella); lo que como institución es y hace (sus acciones y resultados) y lo que la sociedad espera de ella (las expectativas y opiniones de sus públicos externos), logrando así contextualizar el trabajo que se va a desarrollar en las siguientes etapas.

En este enfoque de gestión de impactos y los ámbitos de auto-diagnóstico que se presentan a continuación, reflejarán los cuatro ejes de responsabilidad que corresponden a las cuatro áreas de impacto:

· Campus responsable: Cuál debe ser la organización para que la universidad sea social y ambientalmente responsable.

· Formación profesional y ciudadana. Como se debe organizar la Institución para poder formar ciudadanos responsables y fomentar un desarrollo más humano y sostenible.

· Gestión social del conocimiento: Como debe organizarse la universidad para que produzca conocimientos que la sociedad pueda aprovechar para atender estas carencias.

· Participación social: Como debe organizarse la Institución para que ésta interactúe permanentemente con con la sociedad, a fin de promover un desarrollo más humano y sostenible.

Una vez desarrollado el autodiagnóstico éste se llevará a un Informe ejecutivo que deberá mostrar los resultados a través de los métodos empleados, cuantitativa y cualitativamente. Todo a través de material e información debidamente organizada que permita visualizar de manera sintética los cuatro ejes investigados.

5- CONTEXTUALIZACION

Basados en el Informe entregado se deberá organizar dicha información, a través de la siguiente matriz FDPD que permitirá visualizar de manera sintética los cuatro ejes investigados.

Fortalezas. Se expresarán muy posiblemente en una serie de logros institucionales en ciertos ámbitos cuando las opiniones y los datos concuerden en reconocer el buen desempeño de la universidad en determinado ámbito. Éstas permitirán definir la identidad de la institución o señalarán su dirección.

Debilidades. De igual modo se expresarán las carencias en el desempeño de la universidad. Estos puntos débiles en materia de responsabilidad social también servirán para la futura rendición de cuentas, pero más aún entender los aspectos que necesitan la atención y el esfuerzo de la comunidad universitaria.

Puntos críticos. Es probable que aparezcan dentro de las debilidades se evidencien claramente los puntos críticos surgidos de reiterativos comentarios o quejas abiertas de los investigados. Es preciso discernir bien estos puntos, porque ellos seguramente indicarán los impactos negativos que la universidad genera y posibles conflictos a futuro, haciéndose clara la necesidad primordial de atender estos aspectos.

Demandas y sugerencias. La gran ventaja de un auto-diagnóstico participativo con datos cualitativos es que facilita la formulación de demandas y sugerencias por parte de los participantes. Pero ello lleva consigo la invitación al compromiso para hacerlas realidad. Permitiendo visualizar las oportunidades de innovación y solución a las deficiencias y puntos críticos detectados.

6- ORGANIZACION Y REESTRUCTURACION INTERNA

En esta etapa se tendrá claro que se deberá presentar a los departamentos de Planeación institucional o aquellos relacionados. Desde los aspectos relevantes a ser considerandos en los ajustes en el Direccionamiento estratégico institucional, planteamiento de los cambios que podrían generarse en los diferentes procesos de gestión, las características de las personas que se encargarán de las fases posteriores, así como responsables, integración y relación con otras áreas. Posibles cambios en la Estructura orgánica, manual de funciones, reglamentos. Etc.

7- PLAN DE ACCION INMEDIATO

Para la Institución es necesario integrar todo lo anterior al Plan estratégico Institucional, para dar inicio a la gestación de los cambios estructurales, así como de los planes y estrategias en relación a lo concerniente a la Responsabilidad Social Universitaria y su apoyo con su cercana área de extensión y de relaciones con el medio externo.

Estos planes deben incluir el apoyo de las demás secciones o departamentos, incluyendo el desarrollo de las acciones a emprender.

8- CUMPLIMIENTO

La Institución ya ha desarrollado un arduo proceso y ahora debe recomenzar el ciclo en pos de la mejora continua, un camino tan exigente como mantener la certificación en un proceso de gestión de calidad. El término inglés accountability - traducido al español como “rendición de cuentas”- es clave en la Responsabilidad Social y es contemplada en las guías y normas vigentes, caso aplicado al sector privado pero igualmente aplicable a las instituciones educativas.

A pesar que existe una gran diferencia ya establecida anteriormente con el sector empresarial, pues la Universidad por su propia naturaleza ya ejerce responsabilidad social. Nos lleva a reflexionar acerca del propósito de un reporte de responsabilidad social para las universidades y de su selección específica de la información más relevante. Para ello se plantearán cinco aspectos fundamentales:

1. Generar confianza y entusiasmo hacia el quehacer de la universidad (en la institución se hacen cosas valiosas, se dice lo que lo que se hace y se hace lo que se dice); 2. Reconocer y valorar las buenas prácticas de las personas y las áreas de la institución (las cosas valiosas que se hacen son reconocidas como tal por la institución y sirven de ejemplo);3. Fomentar la responsabilidad de cada miembro y del conjunto de la universidad por la excelencia de las acciones emprendidas y la mejora continua (al declarar lo que se hace se genera un compromiso por mejorarlo cada vez más); 4. Permitir la autocrítica institucional hacia el sentido de su quehacer y las carencias detectadas (la universidad dice lo que está bien y lo que no para reflexionar sobre su desempeño y darse metas a futuro); y 5. Dotar de sostenibilidad al conjunto del sistema organizacional de la universidad.

9- REPORTES

Así, el proceso de reportar y rendir cuentas sirve también para el auto-aprendizaje institucional y la consolidación del compromiso con la responsabilidad social y no es un mero recuento informativo para la memoria anual de la universidad. Esto implica que no se mencionarán solamente los logros sino también los puntos críticos y debilidades para que el reporte gane en credibilidad.

Un reporte creíble y útil deberá considerar la secuencia siguiente:

1. Resultados del auto-diagnóstico (síntesis): Capítulo donde se mencionará algunos resultados de lo obtenido en el estudio, así como citas relevantes de los actores internos e interlocutores de los grupos de interés externos recolectadas durante los grupos focales y entrevistas. Como deberá imperar el espíritu de transparencia, es necesario que la totalidad de los resultados del auto-diagnóstico estén asequibles a cualquier persona para ello los espacios en la internet mencionados anteriormente.

2. Acciones emprendidas(proyectos de mejora) Capítulo donde se mencionará las áreas de mejora y se describirán los diversos proyectos, iniciativas y programas emprendidos para cada uno de los cuatro ejes de responsabilidad social.

3. Resultados obtenidos(parciales o finales): Capítulo donde se mencionará el estado de avance o los resultados finales de las acciones emprendidas, impactos, logros, dificultades, etc. Se deberá poner un especial énfasis en las investigaciones e innovaciones que los diversos proyectos hayan generado.

4. Recomendaciones (carencias detectadas y programación a futuro): Capítulo donde se mencionará con transparencia los problemas que subsisten, los esfuerzos por venir y se darán las debidas recomendaciones para los procesos futuros de mejora institucional.

Lo planteado anteriormente constituirá la columna vertebral de los siguientes reportes de responsabilidad social. En los cual se podrá rendir cuenta de cómo la universidad ha dado respuesta a sus propias recomendaciones de mejora. El reporte se presenta luego como una herramienta de control y gestión de la responsabilidad social, asegurando la sostenibilidad del proyecto institucional.

10- CONTINUIDAD
La RSU debe ir de la mano con sus esquemas propios de investigación, en apoyo a los proyectos que se deben gestar y trabajar continuamente al interior de la universidad y que es uno de los resultados evidenciables e ideales del trabajo de la RSU. La generación y apoyo de Proyectos conjuntos entre entidades del estado, ong´s, empresas privadas, medios de comunicación y otras instituciones educativas, que surgirán cuando finalmente se dé el paso de llegar a la generación de redes de cooperación mutua con proyectos de desarrollo y creación de proyectos de vida para los muchos ciudadanos que lo necesitan. Todo esto con el ánimo de lograr una verdadera interacción con su entorno, con la comunidad, en temas que propendan por la igualdad de oportunidades para que la población pueda ejercer sus derechos fundamentales y asegurar su bienestar, la equidad e inclusión social, la no discriminación de ningún tipo es la senda de la verdadera cohesión social.
La RSU se convertirá así en uno de los principales objetivos institucionales, de las estrategias de mayor importancia, que le brindará mayor competitividad a la Universidad, la política más importante para guiar sus decisiones y brindará la mejor estructura para el desarrollo de las múltiples labores educativas y de interacción con toda su esfera de influencia. g