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2 abr 2012

CONCEPTUALIZACION DE PRODUCTOS. UNA NECESIDAD PARA EL EXITO EN EL MERCADO.



Gustavo Báez Tr
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El marketing estratégico se caracteriza por identificar las necesidades actuales y futuras de  los consumidores, localizar nuevos mercados, identificar segmentos o nichos de mercado potenciales, así como valorar el  interés de los consumidores. Todo con el fin de orientar a la empresa en su búsqueda de sobresalir o destacarse en un mercado altamente competitivo como en el que nos encontramos.


Una término que se ha venido acuñando desde hace varias años en el marketing estratégico es la conceptualización o una expresión más detallada es la “conceptualización de productos”. Inicialmente esta descripción agrupaba  lo que conocemos  como la gestión del producto, un cúmulo de acciones que buscan destacar las características del producto de alguna manera, teniendo como premisa el ser percibido por los consumidores como único. Su diseño, marca, empaque, etiqueta, características diferenciales y hasta servicios complementarios del producto hacen parte de dicha gestión.

Crear y desarrollar productos o servicios que nazcan con la marca del triunfo es más que un proceso, es la verdadera esencia inicial del marketing estratégico. Los productos en el mercado no son solamente impulsados por una necesidad, y la posterior compra. El verdadero objetivo es hacer, ver y sentir a los productos y servicios como alternativas seductoras, atrayentes e irremplazables a los ojos de los consumidores.

Conceptualizar un producto (CDP)es entonces concebirlo, gestarlo y convertirlo como un sujeto único, individual, con estructura, unidad, hasta que proyecte lo más posible un “concepto” tan claro y contundente que cualquier persona pueda reconocerlo, identificarlo, recordarlo y lo mejor diferenciarlo de los demás, de manera sencilla y rápida.      Estableciendo con los consumidores una fuerte y perdurable relación.

Pasando de los anteriores temas es necesario tener en cuenta que en el trabajo de la CDP,  se deben aplicar un  conjunto de técnicas específicas, las cuales se ha especializado tanto que actualmente se nos facilita llegar a información complementaria sin mayores dificultades.   
Es necesario iniciar con un buen nombre, como decía Joan Costa “lo que no tiene nombre no existe”, “El nombre es el primer signo de identidad” y complementando este comentario, si el nombre no es único, se diluirá en la mente del consumidor.  El naming, son las técnicas para la creación del nombre de la marca, éste requiere un proceso de creación que le dará la primera identidad al producto y que lo diferenciará de los demás.

El  Branding  se ha formado como una disciplina que nació de la necesidad manejar y desarrollar conceptos estratégicos que fuesen  más perdurables que las propias campañas de comunicación. Corresponde a lo que se ha denominado hoy como la arquitectura de marca, básica en la comunicación estratégica y que busca definir el producto desde una perspectiva fácilmente distinguible en el mercado.  El Branding consiste en desarrollar y mantener el conjunto de atributos y valores de una marca,  de tal manera que sean coherentes, distintivos, apropiados, susceptibles de ser protegidos legalmente y atractivos para los consumidores. Crear una marca consiste en establecer una plataforma, que es  la base invisible para la identidad de todo producto a largo plazo y se constituirá en su fuente esencial de energía.

Al ser un producto tangible su empaque o envase será la única forma de contacto directo entre el producto y su consumidor. Éste deberá transmitir la imagen deseada, convertirse es un instrumento de los productos para su venta directa y cumplir con las características apropiadas de uso, almacenaje, conservación, entre otros. El empaque  permitirá la identificación y la diferenciación en una oferta posiblemente cada vez más amplia. Este tema está reunido en la técnica llamada packaging.

Uno de los aspectos más relevantes y de mayor estudio, es el definir el posicionamiento comercial (positioning). Concepto que al ser establecido podrá llegar a la mente de los consumidores abriendo un espacio perdurable y memorable.  Creando su recordación y posible evocación al momento de la decisión de compra, generando lo que es conocido como el posicionamiento real.

El posicionamiento no es más que otorgar al producto su esencia, o en otras palabras, un concepto básico de ventas que lo diferenciará de las alternativas competitivas y que de manera racional o emocional, puede ser llevado a una frase de posicionamiento. 

Algunas veces se debe analizar la posibilidad de dotar a la marca con algunas dimensiones que le caractericen como: La palabra de marca, el vocero de marca, el personaje de la marca o el objeto de la marca.

Esa cuidadosa construcción hará que la marca tome características que le darán su individualidad. Obteniendo así una  posición clara en el mercado y frente a la competencia. GBTr